Al corriente: agosto 4, 2014
Tshikapa, RD del Congo – “¡Nosotras, que estábamos escondidas entre las sombras hemos salidos a la luz!” exclamó en una reciente entrevista una joven mujer que se prepara para el ministerio en la Communauté Mennonite au Congo (CMCo – Iglesia Menonita del Congo). “¡Que esta luz dure para siempre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo!”
Charlie Kasha Kamba, de 21 años de edad, de Nyanga, es una de las cuatro estudiantes mujeres que cursa su primer año, cuyas edades va de los 21 a los 62 años, que están matriculadas en el Instituto Bíblico Kalonda, situado cerca de CMCo con sede en Tshikapa. El Instituto fue fundado por misioneros menonitas en 1951 y ha brindado entrenamiento a numerosos líderes de iglesias.
Al borde de la celebración de su centenario en julio de 2012, el comité central de la iglesia, dirigido por Adolphe Komuesa Kalunga, aprobó la ordenación de mujeres. Inspiradas por esta decisión, un número de mujeres menonitas están buscando apoyo para cursar estudios teológicos.
Charlie dice, “Con la decisión de ordenar mujeres, me decidí a servir a Dios en el ministerio para contribuir a la expansión de la obra del Señor en general, así como en particular a la unidad de los menonitas.”
Un mercado de telas en el salón de exhibiciones de la convención de la Iglesia Menonita de los Estados Unidos, que se realizará del 1-5 de julio en Phoenix, Arizona financiará becas para mujeres que se preparan para el ministerio en la CMCO.
La Congo Cloth Connection, un proyecto de Michiana Friends del Congo, lleva a cabo mercados africanos de telas para promover las relaciones entre los menonitas de los Estados Unidos y de la República Democrática del Congo. El proyecto otorgará prioridad a las becas para mujeres como las estudiantes de Kalonda, que provienen de regiones alejadas de la ciudad de Kinshasa, la capital.
“Una voz silenciosa siempre me ha convencido de servir al Señor,” dice otra estudiante, Thérèse Tudiakuile, de 41 años de edad, de Kananga. Esta madre de cinco hijos es la presidenta actual de las mujeres menonitas de su provincia pero dice que decidió responder al llamado de Dios de forma más específica estudiando para el ministerio.
“La aprobación de la ordenación de las mujeres es un gran milagro para nosotras,” dice Thérèse. “Afirma nuestro valor como mujeres en la iglesia, especialmente en una cultura que ha tratado a las mujeres como objetos.”
Générose Ngombe, de 24 años de edad, de la provincia de Katanga, está casada y es madre de un hijo. Al igual que las otras mujeres tiene un espíritu misionero.
“Yo respondí al llamado de Dios como Samuel,” dice ella. “Me gustaría que la iglesia me enviara como misionera a plantar iglesias menonitas donde no las hay. Estoy lista para servir a mi Dios en todas partes. Y mi esposo ha decidido ir conmigo dondequiera que el Señor me llame a servir.”
Marie-Louise Tumba Yama dice que irá “hasta el pueblo más remoto para establecer una iglesia menonita.” Marie-Louise tiene 62 años. Su esposo, el Pastor Léonard Yama, es uno de los siete profesores del Instituto Bíblico de Kalonda, que actualmente cuenta con 35 estudiantes.
Bercy Mundedi, la única profesora del Instituto, estará entre las primeras mujeres ordenadas en la CMCO este otoño. Esta conferencia es la última de las tres conferencias menonitas del país en aprobar la ordenación de mujeres. La Communauté des Églises de Frères Mennonites au Congo (Iglesia Hermanos Menonitas del Congo) ha estado ordenando mujeres desde el 2000, y la Communauté Évangélique Mennonite au Congo (Iglesia Evangélica Menonita del Congo) hizo lo mismo el año pasado.
“Necesitamos su apoyo en oración,” dice Thérèse Tudiakuile, “para que podamos completar los tres años de estudios teológicos.”
Artículo de Charlie Malembe y Nancy Myers. Las contribuciones a la Congo Cloth Connection provienen de los mercados de telas que se llevan a cabo en la iglesia o pueden ser enviadas a: Florence Church, 17975 Centreville-Constantine Road, Constantine, Michigan 49704, USA.
La parte superior de un acolchado que será terminado y subastado en un puesto de la Congo Cloth Connection en Phoenix. Foto: Jeanne Heyerly
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