El llamado de Dios para nuestra iglesia y misión

“La iglesia retardará el trabajo del Comité Central Menonita”, me dijo un hombre en la reunión de consulta Vino nuevo, odres nuevos  del CCM en 2009 en Winnipeg. “Si queremos ser una ONG más eficaz, debemos actuar independientemente de la iglesia”, continuó.

Sí, la iglesia puede no ser muy eficaz en el cumplimiento de los estándares de gestión y estructura profesional de las ONG, sin embargo, ella encarna el método de Dios de transformación social real y duradera.

Además, la misión, desde el punto de vista anabautista, es llevada a cabo por la iglesia como testigo de Cristo en el mundo. No se puede delegar a especialistas o a instituciones independientes.

Tanto el CCM como el CMM comparten este punto de vista que ha afianzado años de colaboración.

Historias compartidas

Tanto el CCM como el CMM comenzaron en respuesta a la violencia y la persecución que enfrentaban los menonitas en Europa y en Rusia en la década de 1920.

El CCM comenzó en 1920 como un brazo de servicio de las iglesias en América del Norte para apoyar a los refugiados menonitas afectados por la guerra y la hambruna en lo que hoy se conoce como Ucrania.

En 1925, el CMM surgió como una forma de unir a los menonitas, afirmando una fe intercultural en Jesús capaz de superar el nacionalismo y el racismo.

A lo largo de sus historias, tanto el CCM como el CMM han enfatizado la solidaridad entre menonitas, han compartido líderes, se han apoyado mutuamente y han conectado a las iglesias en torno a objetivos comunes. Estos propósitos convergentes surgen de la comprensión anabautista eclesiológica de la misión.

La misión es el centro

Cristo dio lugar a una creación escatológica global y multicultural. Dicha creación supera los nacionalismos y otras fronteras, facilitando la interdependencia, el cuidado y el amor mutuo. Al convertirse en una comunión mundial, el CMM manifiesta esta realidad escatológica hoy en día.

Como iglesia mundial en la tradición anabautista, el CMM es un lugar en el cual todas las iglesias miembro se sientan juntas con autoridad mutua independientemente de su origen étnico, capacidad financiera y singularidades anabautistas. Es un lugar donde la teología, el servicio, la educación, la construcción de paz, la fundación de iglesias, la atención médica, el cuidado pastoral, la adoración, los ministerios de mujeres y jóvenes y otras actividades eclesiales se desarrollan de manera global e intercultural. Es una comunidad mundial alternativa a los gobiernos de este mundo.

Colaboración inter-anabautista

En la última década, han surgido nuevas posibilidades de colaboración inter-anabautista a nivel mundial entre el CMM, el CCM y otras agencias anabautistas de la Red de Servicio Anabautista Mundial (GASN, por sus siglas en inglés): coordinando respuestas de múltiples agencias a desastres naturales u otras crisis, sirviendo conjuntamente en ministerios interculturales, apoyando a las iglesias nacionales en la creación de sus propias estructuras de servicio y ayudando a las agencias de servicio anabautistas a desarrollar sus propias capacidades.

A medida que nos adentramos en el segundo siglo del CCM (y pronto del CMM), soñemos juntos con equipos anabautistas multiculturales que sirvan juntos para brindar socorro, educación, salud, construcción de paz, fundación de iglesias y desarrollo social. Ese es el llamado de Dios para nuestra iglesia y misión.

—Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por su secretario general César García. La versión completa de este articulo aparecerá en la edición de otoño del 2020 de Intersections: Teoría & práctica trimestral del CCM, publicada por el Comité Central Menonita. Usado con autorización.

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