Al corriente: octubre 5, 2021
(...¿y cuál es su importancia?)
“Me da mucha tristeza ver afectaciones por el impacto ambiental, que se está dando en todo el mundo no hemos sido buenos administradores de lo que Dios nos dejó de su creación sino que la hemos destruido, y eso me provoca culpa por ser parte también del problema y no de la solución”, dice Sara Viteri, miembro de la Iglesia Evangélica Menonita Jesús el Buen Pastor, Guayaquil, Ecuador.
¿Qué opina usted del cambio climático u otros problemas ambientales como la contaminación? ¿Le motivan esos sentimientos a responder?
Para aquellas personas que trabajan en problemas ambientales, estas preguntas están comenzando a ocupar un lugar central. Comprender nuestras respuestas emocionales es clave para responder a problemas como el cambio climático.
En la encuesta del CMM sobre el cuidado de la creación, el Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación pidió a las personas encuestadas que nos dijeran cómo se sentían acerca de la degradación ambiental que experimentan. Agrupamos sus respuestas para mostrar cómo se sienten las personas.
Entonces, ¿cómo ayuda eso a que la iglesia responda de manera más efectiva?
1. El miedo y la tristeza son los sentimientos más predominantes
Las respuestas más comunes a los problemas ambientales fueron expresiones de miedo y tristeza.
Esto no es de extrañar. Las encuestas sobre las emociones relacionadas con el clima informan que cuando las personas ven de primera mano el impacto de los problemas ambientales, se sienten inseguras y asustadas.
Un trabajo reciente en psicología ambiental enfatiza cómo estos sentimientos pueden conducir a una “negación implícita” de los problemas ambientales: sabemos que estos cambios están sucediendo, pero nos sentimos abrumados e impotentes, por lo que optamos evitar enfrentar los problemas.
Sorprendentemente, el miedo y la tristeza prevalecieron tanto en las regiones más prósperas como en las que tenían menos recursos. Un tercio o la mitad de las personas encuestadas expresaron temor, tanto en las dos regiones más prósperas (Europa y EEUU/Canadá) como en las regiones que generalmente son menos prósperas (África, Asia y América Latina).
Las respuestas de tristeza variaron más, pero tampoco se correlacionaron con los niveles de riqueza (las personas encuestadas asiáticas, en particular, expresaron altos niveles de tristeza, mientras que las personas europeas y latinoamericanas no lo hicieron).
Entonces, aunque algunas personas se ven claramente más afectadas por el cambio climático que otras, todas las personas mostramos respuestas emocionales de miedo y tristeza similares.
2. Las personas encuestadas rara vez informan sobre la esperanza
¿Qué conduce a una acción eficaz sobre los problemas ambientales? Aunque los estudios sugieren que no hay una respuesta fácil, existe evidencia de que las personas responden de manera efectiva cuando se sienten esperanzadas de poder tener un impacto.
En esta encuesta, algunas personas informaron que experimentar problemas ambientales y las emociones que les acompañan sí las motiva.
“[Me siento] asustado pero motivado porque si actúo en consecuencia para mejorar el medio ambiente, entonces yo podría hacer un cambio”, dice Mark Ruzzel Victoria, Iglesia Bíblica Menonita de Lumban, Filipinas.
Sin embargo, relativamente pocas personas respondieron con expresiones de esperanza y motivación. Quizás los sentimientos de tristeza y miedo estén obstaculizando una respuesta eficaz.
Además, pocas personas en cualquier región informaron sentirse culpables o avergonzadas, incluso en países ricos que tienen una mayor responsabilidad dados sus recursos. Quizás esta sea otra indicación de que estamos evitando este abrumador problema, o que personalmente no sentimos que tenemos un gran impacto.
3. La familia y la comunidad son motivadores fundamentales
“Me hace sentir incertidumbre por que no sé qué tipo de mundo habrá aquí para mis hijos e hijas y futuros nietos y nietas”, dice Joan Bueckert, miembro de la Iglesia Menonita de Ottawa, Ontario, Canadá.
Muchas personas encuestadas sitúan sus emociones en un contexto comunitario. Pensaban en otras personas, como ser sus nietos, sus comunidades eclesiásticas o en aquellas personas en las partes del mundo más afectadas por el cambio climático.
Estos resultados sugieren que la iglesia tiene la oportunidad de apoyar a las personas a responder positivamente ayudándoles a comprender sus emociones en el contexto de sus seres queridos. La ira, por ejemplo, puede hacer que las personas respondan con pasión a lo que observan.
Le desafiamos: a que usted no evite sus emociones sobre los impactos del cambio climático. Aprenda a comprender sus sentimientos y luego transfórmelos en motivación para la acción.
Oracion
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
mientras reflexionamos sobre la belleza y la diversidad del planeta tierra
y en todos sus seres que has creado para funcionar en armonía unos con otros,
estamos profundamente tristes y arrepentidos por la forma en que nos hemos comportado,
y por los desastres a los que hemos contribuido con nuestro comportamiento irresponsable.
Hemos sido desobedientes a tu llamado para ser personas con buena mayordomía.
Como sociedad y como tu iglesia, tenemos temor y tristeza por lo que está sucediendo a nuestro alrededor;
por el profundo daño y dolor que hemos causado,
especialmente a tantas comunidades pobres, vulnerables e indefensas,
a las generaciones futuras (¡nuestra propia descendencia!),
y a las diversas y maravillosas criaturas que tú cuidas.
Todos clamamos a ti con tristeza, miedo, dolor y, a veces, enojo.
Oramos para que nuestros sentimientos de ansiedad, desesperación y desánimo se transformen en esperanza por el poder de tu Espíritu Santo.
Que como iglesia podamos despertar de nuestro letargo,
y que tengamos motivación para trabajar por el cambio y la restauración de tu amada creación.
Les damos la bienvenida a una serie sobre problemas ambientales y la iglesia mundial.Estas historias ilustrarán: a) Cómo se ven los menonita-anabautistas afectados por la degradación ambiental, Historia #1: ¿En qué maneras impactan las crisis ambientales a las comunidades eclesiales?Historia #2: ¿Cómo los problemas ambientales hacen sentir a la gente?Historia #3: ¿Cómo se intersecta el cambio climático con otros desafíos comunitarios?Historia #4: ¿Están nuestras iglesias y su liderazgo comprometidos con el Cuidado de la Creación?Historia #5: ¿Cómo practican las iglesias el cuidado de la creación?Historia #6: ¿Qué ayudaría a las iglesias a comprometerse más con el cuidado de la creación? |
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