Al corriente: marzo 10, 2022
La esperanza que es resultado de la fe en Jesús puede definirse como la capacidad de ver una nueva realidad y actuar en base a ella. Es esperar un mundo diferente y actuar como si ya estuviésemos en él. Esperar en Cristo nunca es algo pasivo, no es un sentimiento solamente. Más bien es caer en cuenta de que una nueva creación ya está presente —aquí y ahora—y que, por el poder de Cristo, somos parte de ella.
El Miércoles de Ceniza, 2 de marzo de 2022, el secretario general del Congreso Mundial Menonita, César García, ofreció este mensaje en un evento ecuménico de oración por Ucrania organizado por la Federación Luterana Mundial (LWF, por sus siglas en inglés), la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (WCRC, por sus siglas en inglés), el Concilio Mundial Metodista (WMC, por sus siglas en inglés), Conferencia de Iglesias Europeas (CEC, por sus siglas en inglés), la Comunión Anglicana y el CMM. Asistieron más de 3.000 personas de 80 países.
El establecimiento de la paz es una ardua labor, dice el Rev. Dr. Hanns Lessing, secretario interino de la WCRC, como convertir las espadas en arados (Isaías 2:4). “Debemos utilizar nuestros recursos para dar vida”. Con el lamento del Salmo 130, también recordó a Myanmar, Yemen, Sudán, Siria y otros lugares que sufrieron las penurias de la guerra.
Los líderes de las iglesias en Ucrania hablaron de las dificultades para obtener alimentos y suministros, para mantener a la gente segura en medio de los bombardeos y las fuerzas invasoras, y para lidiar con los refugiados (en zonas más alejadas del frente).
“No sabemos si deberíamos abandonar nuestra ciudad. Ahora, nos quedamos; nos mantenemos fuertes con Dios”, señaló el pastor de los Hermanos Menonitas de Berdyansk.
“Cuando llegan los tiempos de prueba, los dones espirituales comienzan a aparecer”, afirma el Padre de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, patriarcado de Moscú. “La imagen de Dios en nosotros en la sociedad se está despertando para servir a la comunidad”.
También pidió honestidad y discernimiento sobre “quién es el verdadero enemigo. Que sigamos siendo constructores de paz en tiempos de prueba”.
El evento cerró con una liturgia de oración intercesora mientras los participantes decían “amén” en el chat.
Miembros del CMM de Burkina Faso, Canadá, Colombia, Indonesia, los Países Bajos, EE.UU. y de otros lugares se unieron al tiempo de oración.
“Esta es nuestra parte como iglesia de paz”, señala Agus Mayanto, representante regional del CMM para Asia, quien invitó a los líderes de su región a asistir.
En respuesta a la crisis que enfrentan las comunidades anabautistas-menonitas en todo el mundo, el CMM envía cartas y visitas de delegaciones de diáconos y ofrece cartas pastorales y llamados a la oración.
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