Al corriente: marzo 21, 2022
En un lugar donde surgen manantiales en el desierto al este del río Jordán, un guía comentó que aquí es dónde Juan bautizó a Jesús, en “Betania al otro lado del Jordán” (Juan 1). Allí donde alguna vez los primeros cristianos fundaran iglesias, se encuentran erguidas modernas estructuras de madera.
Aquí, Juan llamó a las multitudes al arrepentimiento de sus pecados.
El arrepentimiento significaba un cambio de vida: quienes tenían abundante comida y ropa debían compartir, los recaudadores de impuestos debían ser honestos, los soldados no debían abusar de su poder (Lucas 3).
Jesús no necesitaba el bautismo para manifestar el perdón de los pecados. Pero “el arrepentimiento” también podía significar un cambio en el rumbo de la vida. Fortalecido en el bautismo por el Espíritu, Jesús se apartó de la vida privada para aceptar plenamente el llamado de Dios de proclamar el reino de Dios.
Jesús cruzó el Jordán allí donde alguna vez los israelitas cruzaran a la tierra que Dios había prometido.
Allí, Jesús enfrentó la tentación en el desierto, el rechazo en Nazaret, el acoso de los líderes religiosos y políticos y, finalmente, la cruz.
En el camino llamó a sus discípulos, sanó, perdonó, festejó, enseñó, amó y oró.
El bautismo fue costoso tanto para Jesús como para nosotros. Afortunadamente, pocos de nosotros encontraremos un final violento a manos de opositores. Pero el cambio de vida que sigue al bautismo implica que nos alejamos de una vida centrada en el ego, optando por la disciplina de seguir a Jesús. Las elecciones diarias de obediencia a Dios son el camino hacia una vida significativa. Jesús, “por el gozo que le esperaba, soportó la cruz” (Hebreos 12).
Los primeros anabautistas hablaban de un triple bautismo: agua, Espíritu y sangre.
¿A quién conoces que haya pagado un alto precio por cumplir con las promesas del bautismo?
¿Qué impulsos egocéntricos estás dispuesto a dejar atrás en las aguas del bautismo para seguir a Jesús con gozo y poder de resurrección?
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J. Nelson Kraybill, presidente del CMM (2015–2022), reside en Indiana, EE.UU. |
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