Al corriente: noviembre 23, 2015
Ministerio de servicio de comidas en la iglesia menonita holandesa da la bienvenida a adictos y a personas sin hogar
Para Max Tauran la vida no resultó ser lo planeado. Una persona que se beneficia de Doperse Dis (un ministerio que hace tres años sirve comidas en una ciudad holandesa ubicada al norte), le dijo a la audiencia en una cena para recoger fondos que “[la Vida] simplemente se fue así como llegó… [incluyendo] caos, errores, dolor y tristeza.” Por seis años y medio él estuvo sin hogar.
Doperse Dis es una comida mensual que surgió de la iglesia Doopsgezind Gemeente Groningen (Iglesia Menonita Groningen), en los Países Bajos, para ayudar a las personas que no tienen hogar. “Comida caliente, una casa caliente, y una bienvenida calurosa” es el eslogan de este evento.
Cada tercer martes del mes, unos 20 voluntarios preparan una comida de tres platos (sopa, plato de entrada, postre) hasta para 80 personas. Un anfitrión voluntario sirve cada mesa compuesta por 5 o 6 personas. “El aspecto social es al menos tan importante como la comida,” dice el organizador Pijke.
“No es solo la conversación y la atención que brindan los voluntarios,” dice Tauran. “Es el paquete entero de amor, consideración y calidez que se experimenta ahí que le da a uno como persona sin hogar un momento para ser un ser humano y sentirse como tal.”
En Groningen, una ciudad de 200.000 habitantes, hay oficialmente más de 800 personas sin hogar. Las agencias sociales informaron que pocas ofrecen comida de forma regular para aquellos que no tienen hogar. Doperse Dis surgió del deseo de Vossestein de “[hacer] algo con mi fe… [continuar] moviéndome hacia adelante.”
Vossestein y los compañeros organizadores Annie y Anton van Til ya estaban cocinando para la comida de compañerismo Mennomaaltijd una vez al mes, así que servir de cenar a aquellos más carenciados parecía un servicio natural que suplir.
“No se debe tener miedo de hacer la obra de Dios, aun si eso significa invitar a drogadictos,” dice Vossestein. “Simplemente comience, tenga fe en la gente con la que trabaja, y Dios le mostrará el camino.”
Doperse Dis recibe donaciones privadas y algunas contribuciones de la iglesia. Cada año, políticos locales, profesores de universidad, y miembros de la iglesia asisten a una cena de lujo que se hace para levantar fondos para financiar la comida. Beneficiarios como Tauran comparten su historia.
“Un poco de amor puede dar a una flor marchita suficiente fuerza para levantarse sola,” contó Tauran al grupo. Los voluntarios en Doperse Dis “me dieron la fuerza y el valor para seguir un camino mejor.”
“He aprendido que si uno trata a la gente con amabilidad y verdaderamente los ve como hijos de Dios, casi todo el mundo, con pocas excepciones, se comportarán como corresponde,” dice Vossestein.
Sint Pannekoek
Un día festivo ficticio ha emigrado de las páginas de una tira cómica de un periódico a las calles de Rotterdam, y recientemente, a la norteña ciudad holandesa de Groningen. El 29 de noviembre, Sint Pannekoek (el Día de San Panqueque), es un día festivo que extiende calidez, satisface estómagos, y hace que los extraños se conviertan en vecinos.
Inspirado por las exigencias de panqueques del abuelo en una tira cómica llamada Jan, Jans en de kinderen, los estudiantes y los residentes locales en Rotterdam celebran este día festivo inventado haciendo, compartiendo y comiendo panqueques holandeses tradicionales.
La idea fue adoptada recientemente en Groningen. El año pasado, el pastor de la iglesia menonita Jacob Kikkert y el chef Pijke Vossestein del ministerio de alcance de la iglesia Doperse Dis desafiaron valientemente el clima fresco de noviembre para cocinar y distribuir panqueques a los transeúntes en la calle. Los beneficiarios de Doperse Dis también tomaron parte en el recibir y en el dar.
Kikkert y Vossestein otra vez se están preparando para el evento este año.
Oraciones de Doopsgezinde Gemeente Groningen
Oramos por el confort de aquellos que no tienen hogar y se encuentran en refugios, en las puertas y en los caminos; perdidos, invisibles, desatendidos; hambrientos y heridos emocionalmente. En Groningen, cerca de 1.500 personas están en los refugios registradas como personas sin hogar. Gracias por el ministerio de Doperse Dis, que proporciona una comida caliente y compañerismo a aquellos que no tienen una red de apoyo a la cual recurrir. Con la llegada del invierno, hay necesidad de guantes, calcetines y gorros. Debido a nuestra condición humana hay necesidad de sanidad y de vivir en comunidad. Señor, equipa a tu iglesia para suplir las necesidades de nuestro prójimo.
Lamentamos la violencia y la crisis en el Medio Oriente, África y Europa. Oramos por todos los refugiados, por los que han perdido su hogar, que están sufriendo, que no tienen adónde ir. Estamos alarmados por la situación de los que están buscando asilo en los Países Bajos. Hay una tendencia general de parte de nuestros gobiernos de cerrar las fronteras y de poner fin a la creciente afluencia de refugiados. Sentimos que nuestra responsabilidad moral nos llama a actuar: a evitar la carga y el dolor relacionados con el proporcionar refugio a los refugiados significa negarse a considerar la violencia y la injusticia como un problema común. Nuestra fe de que Dios quiere unidad para la humanidad nos urge a rechazar la falta de acción y en su lugar ponerse del lado de los que buscan asilo. Oramos por valor y sabiduría para alentar a los gobiernos e instituciones locales a cumplir con sus responsabilidades. Agradecemos a Dios por el poder de las comunidades de fe para prestar apoyo, oración, amistad y bienvenida, provenientes de nuestra creencia.
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